
La impresión 3D permitió ensayar el trasplante de las dos manos al niño Zion
Zion Harvey, de 8 años de edad y natural de Baltimore (Estados Unidos), se ha convertido en el primer niño del mundo en recibir un doble trasplante de manos tras pasar diez horas en el quirófano.
El niño había contraído una infección que le provocó un fallo multiorgánico, lo que obligó previamente a los médicos a amputarle las manos y los pies y a trasplantarle un riñón que le donó su propia madre.
La compleja intervención quirúrgica para el doble trasplante requirió de la participación de cuatro equipos médicos simultáneamente: mientras dos se concentraban en las extremidades de los donantes, otros dos ponían toda su atención en el cuerpo del niño.
Con el fin de prepararse para cuando llegara una ocasión propicia, los equipos médicos ensayaron durante casi año y medio.
La velocidad de acción era la cuestión clave, ya que sólo se disponía de cinco horas desde el momento en que se lograron las manos de un donante hasta las implantación de las mismas con garantías de que la sangre fluyera de nuevo.
Con el fin de determinar si un conjunto de manos de donantes serían del tamaño adecuado para Zion, el Dr. L. Scott Levin y otro miembro del equipo quirúrgico crearon manos de muestra en una impresora 3D basándose en la tomografía computarizada de los antebrazos de Zion.
Con el fin de aumentar sus posibilidades, imprimieron en 3D manos que eran hasta 20% más grandes y hasta un 20% más pequeñas que las que por edad le habrían correspondido al menor. Estas manos impresas de forma tridimensional fueron utilizadas por el Dr. Levin durante la comprobación de los donantes potenciales.
Hace unos días se anunció por el Hospital Infantil de Filadelfia que el doble trasplante de manos, que se produjo a principios de julio, fue un éxito y que Zion es a la vez el primer paciente de trasplante de mano pediátrico en los EE.UU., así como el primer paciente de trasplante de mano bilateral pediátrica del mundo.
En total, la cirugía llevó 10 horas e involucró a un equipo de 40 médicos y enfermeras.
Gracias a los preparativos exhaustivos realizados por el equipo quirúrgico antes de la intervención real, la recuperación de Zion se limitó a sólo una semana en la unidad de cuidados intensivos del hospital.
Actualmente, está en terapia intensiva varias veces al día con el fin de mejorar la funcionalidad de las manos.
Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, conoce muy de cerca esta materia, y en conversación con el diario El Mundo señala que «técnicamente no hay diferencias entre un trasplante en un adulto o un niño, pero ha sido el primero porque no ha habido candidatos», refiriéndose al caso de Zion Harvey.
Además, el doctor ha apuntado una ventaja importante en dicha intervención, y especialmente en su recuperación, y es que el hecho de estar recibiendo medicamentos para evitar el rechazo del otro trasplante de riñón del niño, facilita el camino a la recuperación y le da «más posibilidades de vivir». De no haber sido así, «hubiera sido discutible el trasplante de manos, pues el crío se manejaba con mucha soltura antes de ser operado».
Otro aspecto a tener en cuenta es que el nivel de complejidad aumenta en circunstancias en las que la amputación se ha realizado por encima del codo. Sin embargo, en esta pionera intervención, la amputación de las manos es prácticamente a nivel de la muñeca, lo que permite que el crecimiento del nervio desde el brazo hasta la mano sea más rápido, ya que lo hace a un ritmo medio de un milímetro al día.
Ante la duda de si el crecimiento de este joven paciente irá acompañada de sus nuevas manos, el director de la ONT responde que lo «lógico es que crezcan de forma acompasada», aunque al no conocerse otra experiencia, no hay certezas a día de hoy de la evolución en este sentido.
Los trasplantes alogénicos de tejidos compuestos -son aquellos de caras, piernas, brazos etc.- son «los recién llegados» en este ámbito, pero gozan de un desarrollo muy favorable. Un ejemplo cercano es el de Alba, la primera persona en España en recibir trasplante bilateral de manos y antebrazos, que desde su intervención en 2006 evoluciona favorablemente.
Hasta el momento, en España no se han planteado este tipo de intervenciones en menores, entre otras cosas, por falta de candidatos. No obstante, nuestro país continua en la vanguardia en este campo: en el primer trimestre de este año se han registrado 2.385 trasplantes más que en los seis meses del anterior, lo que se traduce en un aumento del 11%. Una tendencia exitosa si además tenemos en cuenta que ya en 2014 batió el récord mundial con 4.360 trasplantes realizados.
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